Exposición: Artemio Rodríguez. Caminos gráficos
Día: Domingo 1 de diciembre 2019
Hora: 20:00 horas
Lugar: Galería (planta alta)
Abierto al público: A partir del lunes 2 de diciembre 2019
Inauguración: La Librería Carlos Fuentes de la Universidad de Guadalajara inaugura la exposición Artemio Rodríguez. Caminos gráficos, el próximo domingo 1 de diciembre, en su Galería. Y la abre al público a partir del lunes 2 de diciembre.
Explicación del título
Los grabados de Artemio Rodríguez, artista mexicano nacido en Michoacán, han seguido caminos que han desembocado en las colecciones permanentes de museos extraordinarios de México y el mundo, entre ellos: Seattle Art Museum, Phoenix Art Museum, Hammer Museum, Los Angeles County Museum of Art, University of Arizona Museum of Art, San Diego Museum of Art, Library of Congress, Victoria & Albert Museum y Museo José Guadalupe Posada. Ahora, esta obra creada de 1993 a este 2019, llega a la Galería de la Librería Carlos Fuentes.
Artemio vivió poco más de seis años en Chapingo, Estado de México, adonde había ido a estudiar la preparatoria agrícola, de la cual fue dado de baja. En una de sus visitas a Michoacán, Artemio comenzó a trabajar como aprendiz de imprenta en el Taller Martín Pescador, del maestro Juan Pascoe, donde aprendió los fundamentos de la tipografía y el grabado.
A los 21 años, emigró a Los Ángeles, California, donde se integró al centro artístico comunitario llamado Self-Help Graphics (SHG) y luego fundó el taller La Mano Press, en el que durante más de 6 años realizó talleres, exposiciones y múltiples proyectos editoriales y de gráfica colectiva.
Se han publicado dos libros retrospectivos de la obra de Artemio y ha Ilustrado una docena de libros.
Actualmente radica en Santa Ana Chapitiro, a las afueras de Pátzcuaro, Michoacán. Ahí continúa trabajando en su taller, La Mano Press, y en Pátzcuaro promueve el grabado a través de la galería La Mano Gráfica y dirige la Biblioteca del Libro Ilustrado en el Centro Cultural Antiguo Colegio Jesuita, un proyecto independiente enfocado en el rescate y difusión de los libros y otras maravillas de la imprenta.
Descripción de la exposición
La exposición Artemio Rodríguez. Caminos gráficos está formada por 45 grabados, libros y estampas creados por el artista de 1993 a 2019.
Este es el texto de sala: “La imprenta siempre ha sido para mí un milagro, milagro parecido al del grano de trigo que se vuelve espiga. Milagro de todos los días y por eso más grande aún: se siembra un solo dibujo y se cosechan muchísimos”. Vincent Van Gogh.
Con esta bella cita inicia Paul Westheim su libro El grabado en madera, publicado en 1954 por el Fondo de Cultura Económica, el número 95 de la colección Breviarios.
Tanto el libro como la cita de Van Gogh descifran y atrapan para nosotros la maravillosa invención que ha sido la imprenta y los múltiples oficios que se derivan de ella, incluyendo el grabado en madera. Desde mis inicios en el mundo de la imprenta, en el Taller Martín Pescador del maestro Juan Pascoe, el libro de Westheim ha sido una guía e inspiración imprescindible. Me ayudó a ver el grabado más allá de lo realizado en México por el Taller de Gráfica Popular y otros artistas. Me permitió atisbar en los talleres antiguos y ver de cerca cómo grabaron la madera artistas anónimos de siglos pasados. Ver el grabado como una herramienta de la imprenta no me hizo considerarlo menos, sino todo lo contrario: el grabado al servicio de la imprenta me pareció algo de lo más genial, tan lleno de posibilidades, que no me pude resistir a tratar de caminar mi propio camino en el mundo de la imprenta. No pude haber caído en mejor lugar, tuve la suerte, a los 17 años, de llegar al taller de Juan Pascoe, el más productivo y el más fino impresor y tipógrafo mexicano de los últimos tiempos.
He tenido la suerte de realizar muchas colaboraciones con el maestro Juan, y cada una fue para mí un placer y una oportunidad más de regresar a la idea del taller antiguo, donde la navaja busca crear una pequeña maravilla visual que coexista de buena manera con la tipografía de plomo. Ese acercamiento al grabado permeó en lo que después sería mi obra individual como artista, aún veo mis grabados como si fueran parte de un libro o publicación que tal vez se hará más tarde.
El grabado en madera (el linóleo es solo un sustituto moderno) es un oficio con un enorme y rico pasado que nos ayuda a entender el presente y nos abre caminos para intentar un mejor futuro, uno más sencillo, uno sin tanto bombardeo digital y con más páginas de papel bellamente iluminadas con letras y dibujos.
Semblanza completa de Artemio Rodríguez
Nació en Tacámbaro, Michoacán, el 5 de julio de 1972. Su madre, Rosa Cornejo Carranza, es originaria del Paso de la Virgen en el municipio de Carácuaro, y su padre, Antonio Rodríguez Contreras, es originario de la comunidad de San Miguel Tamácuaro del municipio de Tacámbaro, donde se conocieron y tuvieron diez hijos; Artemio es el quinto de ellos.
El señor Antonio ha laborado la mayor parte de sus 85 años como trabajador agrícola en los campos de Florida, Carolina del Norte y en otros lugares de los Estados Unidos; en sus estancias en México trabajó como maestro albañil y campesino. La señora Rosa, por su parte, ha cuidado de toda la tropa Rodríguez Cornejo con mucho esfuerzo y cariño.
Artemio empezó a trabajar a los cinco años, junto con sus hermanos, en aserraderos y empacadoras y como chalán de albañil cuando su padre lo necesitaba.
A los ocho años descubrió el mundo de la literatura, a través de autores como Emilio Salgari y Julio Verne. Leer se convirtió en una pasión para él. Sentado entre las ramas de algún gigante árbol de guayaba llego a soñar que algún día sería un escritor famoso.
Estudió hasta la secundaria en su pueblo natal, después fue admitido en el internado de la Universidad Autónoma Chapingo, cerca de Texcoco, en el Estado de México, donde estudió un año y medio la preparatoria agrícola, hasta que fue dado de baja por dejar de ir a clases por dedicarse en cambio a escribir poesía y a visitar constantemente la gran Ciudad de México, a solo 38 km de la escuela. Por casi 5 años más continuo viviendo en Chapingo, para desde ahí seguir explorando el mundo y ocasionalmente tomar clases de arte o literatura.
En una de sus visitas al pueblo natal Artemio comenzó a trabajar como aprendiz de imprenta en el Taller Martín Pescador del maestro Juan Pascoe. Ahí aprendió los fundamentos de la tipografía y del grabado, esto último bajo la guía del libro El grabado en madera de Paul Westheim.
A los 21 años, desempleado y sin pedigrí universitario, mientras sus compañeros de generación estaban a punto de convertirse en ingenieros, decidió emigrar a pintar casas y departamentos a Los Ángeles, California.
En unos meses se integró al centro artístico comunitario llamado Self-Help Graphics (SHG), entonces dirigido por su fundadora, Sister Karen Bocalero, una monja italiana con un gran amor por las artes gráficas. Gracias a SHG Artemio tuvo acceso a un taller gráfico profesional, a nuevos amigos artistas y a nuevos modos de ver el arte, en particular de parte de Chicanos, mexicanos y otros migrantes que vivían en la enorme cosmópolis que es la ciudad de Los Ángeles.
En el Este de Los Ángeles, junto con Silvia Capistrán, fundó en 2002 el taller La Mano Press. Durante más de 6 años realizaron talleres, exposiciones y múltiples proyectos editoriales y de gráfica colectiva.
La obra de Artemio está en las colecciones de los siguientes museos: Seattle Art Museum, Phoenix Art Museum, Hammer Museum, Los Angeles County Museum of Art, University of Arizona Museum of Art, San Diego Museum of Art, Library of Congress, Victoria & Albert Museum, Museo José Guadalupe Posada, entre otros.
Se han publicado 2 libros retrospectivos de la obra de Artemio y ha Ilustrado una docena de libros.
Actualmente radica en Santa Ana Chapitiro, a las afueras de Pátzcuaro, Michoacán. Ahí continúa trabajando en su taller, La Mano Press, y en Pátzcuaro promueve el grabado a través de la galería La Mano Gráfica y dirige la Biblioteca del Libro Ilustrado en el Centro Cultural Antiguo Colegio Jesuita, un proyecto independiente enfocado en el rescate y difusión de los libros y otras maravillas de la imprenta.
DATOS DE LA EXPOSICIÓN
Título: Artemio Rodríguez. Caminos gráficos
Número de piezas: 45 Técnicas: Grabado en linóleo, principalmente.
Inauguración: domingo 1 de diciembre, 20:00 horas
Permanencia de la exposición: diciembre 2019 – marzo 2020
Lugar: Galería de la Librería Carlos Fuentes
Dirección: Centro Cultural Universitario. Planta baja de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco Juan José Arreola. Periférico Norte 1695. Colonia Parque Industrial Belenes Norte. CP. 45100. Zapopan, Jalisco
Horario de la librería: lunes a sábado de 9:00 a 20:00 horas. Domingo de 10:00 a 17:00 horas
Contacto para prensa en la librería: Christian Solís christian.srobles@cultura.udg.mx Cel: 3311521098. Tel: 23038708
LA LIBRERÍA CARLOS FUENTES (LCF)
La Librería Carlos Fuentes es de todos. Sus visitantes, sin importar su etapa lectora o libros preferidos, disfrutan de un espacio amplio que, al mismo tiempo, se vuelve íntimo a través del descubrimiento de un rincón de lectura favorito, de una cafetería acogedora, de alguna exposición temporal o de un espectáculo. La LCF es una librería viva, ya que su programación está diseñada para el intercambio de experiencias y prácticas que contribuyan y favorezcan el bienestar de sus visitantes, sin importar su edad, con una visión plural y tolerante donde se respete la diversidad y las diferencias individuales.
LA GALERÍA DE LA LIBRERÍA CARLOS FUENTES
La Galería de la LCF está situada en la planta alta de la librería, formada por dos salas, con cinco muros para exhibición de obra. En ella se realizan exposiciones relacionadas con las artes gráficas, es decir, con todo aquel arte en cuya realización se utilice la impresión: grabado, cartel, fotografía, ilustración, libro; o que intervenga en el proceso, como el papel o herramientas.
En la Galería se realizan exposiciones imaginativas que hacen aportaciones relevantes a las artes gráficas. Los artistas invitados son, primordialmente, de Jalisco, pero la Galería está abierta a propuestas nacionales e internacionales. Se inaugurará una exposición cada tres o cuatro meses.
