Adherirse a la vida, intervención psicoeducativa, se dirige a hombres que tienen sexo con hombres para la promoción de la adherencia al tratamiento, concibiendo a la adherencia desde una perspectiva integral, que incluye tanto al tratamiento farmacológico como al no-farmacológico. Se trata de una intervención individual que consta de 10 sesiones, junto con una pre-sesión de evaluación inicial y una sesión de seguimiento al término de la intervención. Adherirse a la vida es una intervención sensible culturalmente, desarrollada a partir de un estudio previo con varones que viven con VIH en el estado de Tamaulipas y que presentaban altos niveles de adherencia farmacológica. En dicho estudio se identificaron los facilitadores y las barreras tanto para la toma del medicamente como en términos de los cuidados de la salud en diversas áreas; alimentación, actividad física, descanso, evitar el consumo de substancias, salud sexual, salud mental y asistencia a citas médicas o a pruebas de laboratorio. En los principios fundamentales de la intervención se encuentra los siguientes; los pacientes son expertos en la experiencia con el padecimiento y el tratamiento; los pacientes adherentes son una fuente importante de conocimiento sobre las estrategias para mantener la adherencia y los riesgos que pueden presentarse durante el proceso; y los contenidos de la intervención deben basarse en el conocimiento que surge del contexto local de donde se pretende implementar, así como reconocer las diferencias entre los diversos grupos de personas que viven con VIH, a fin de atender sus necesidades específicas.