Hoy en día, prácticamente todo el conocimiento humano se encuentra al alcance de nuestra mano: basta hacer tres clics en Internet. Pero, ¿cómo llegamos a adquirir dicho conocimiento? Hicieron falta cientos y en ocasiones miles de años para comprender lo que en la actualidad nos parece evidente. El conocimiento es una aventura, una odisea extraordinaria cuyos pormenores se narran en esta colección. Hoy en día, todo el mundo sabe de dónde vienen los niños. Sin embargo, se trata de un descubrimiento más o menos reciente. En el siglo XVII, por ejemplo, aún se creía que una mujer podía dar luz un cangrejo, y en el siglo XVII se pensaba que había "polen de bebé" flotando en el aire. A un científico se lo ocurrió, incluso, ponerle calzones a los sapos para aclarar el misterio de la fecundación, el cual no fue resuelto sino hacia finales del siglo XIX. En estos días, prácticamente todo el conocimiento humano está al alcance con solo tres clics en línea. Pero, ¿cómo adquirimos ese conocimiento? Fueron necesarios cientos o incluso miles de años para comprender lo que ahora nos parece evidente. El conocimiento es una aventura, una odisea extraordinaria cuyos detalles se exponen en esta colección. Hoy en día, todo el mundo sabe de dónde vienen los niños. Sin embargo, este es un descubrimiento bastante reciente. En el siglo XVII, por ejemplo, todavía se creía que una mujer podía dar a luz un cangrejo o que había polen bebé flotando en el aire. Un científico incluso pensó en ponerle pantalones a los sapos para disipar el misterio de la fertilización, que no se resolvió hasta finales del siglo XIX. prácticamente todo el conocimiento humano está al alcance con solo tres clics en línea. Pero, ¿cómo adquirimos ese conocimiento? Fueron necesarios cientos o incluso miles de años para comprender lo que ahora nos parece evidente. El conocimiento es una aventura, una odisea extraordinaria cuyos detalles se exponen en esta colección. Hoy en día, todo el mundo sabe de dónde vienen los niños. Sin embargo, este es un descubrimiento bastante reciente. En el siglo XVII, por ejemplo, todavía se creía que una mujer podía dar a luz un cangrejo o que había polen bebé flotando en el aire. Un científico incluso pensó en ponerle pantalones a los sapos para disipar el misterio de la fertilización, que no se resolvió hasta finales del siglo XIX. prácticamente todo el conocimiento humano está al alcance con solo tres clics en línea. Pero, ¿cómo adquirimos ese conocimiento? Fueron necesarios cientos o incluso miles de años para comprender lo que ahora nos parece evidente. El conocimiento es una aventura, una odisea extraordinaria cuyos detalles se exponen en esta colección. Hoy en día, todo el mundo sabe de dónde vienen los niños. Sin embargo, este es un descubrimiento bastante reciente. En el siglo XVII, por ejemplo, todavía se creía que una mujer podía dar a luz un cangrejo o que había polen bebé flotando en el aire. Un científico incluso pensó en ponerle pantalones a los sapos para disipar el misterio de la fertilización, que no se resolvió hasta finales del siglo XIX. El conocimiento es una aventura, una odisea extraordinaria cuyos detalles se exponen en esta colección. Hoy en día, todo el mundo sabe de dónde vienen los niños. Sin embargo, este es un descubrimiento bastante reciente. En el siglo XVII, por ejemplo, todavía se creía que una mujer podía dar a luz un cangrejo o que había polen bebé flotando en el aire. Un científico incluso pensó en ponerle pantalones a los sapos para disipar el misterio de la fertilización, que no se resolvió hasta finales del siglo XIX. El conocimiento es una aventura, una odisea extraordinaria cuyos detalles se exponen en esta colección. Hoy en día, todo el mundo sabe de dónde vienen los niños. Sin embargo, este es un descubrimiento bastante reciente. En el siglo XVII, por ejemplo, todavía se creía que una mujer podía dar a luz un cangrejo o que había polen bebé flotando en el aire. Un científico incluso pensó en ponerle pantalones a los sapos para disipar el misterio de la fertilización, que no se resolvió hasta finales del siglo XIX.