Wilt es profesor de literatura en un politécnico de formación profesional, y su vida laboral es un asco porque tiene que enseñar a auténticos garrulos y vérselas con colegas no menos insufribles. En el frente doméstico las cosas no le van mucho mejor: su mujer Eva tiende a ser obcecada y mandona, y con el tiempo llegan las temibles cuatrillizas superdotadas, cuya escolarización en un carísimo colegio para niños listos lleva al progenitor por el camino de la amargura económica. Y para colmo está también Flint, el insidioso inspector de policía que parece empeñado en hacerle al pobre Wilt la vida imposible.

En estas cinco obras cumbre del humor contemporáneo el lector encontrará giros inesperados, situaciones rocambolescas, personajes desquiciados (empezando por el protagonista, siempre al borde del ataque de nervios), elevadas dosis de lubricidad desatada –es ya legendaria la aparición de una muñeca hinchable en la primera entrega de las andanzas de Wilt– y, sobre todo, un festín de carcajadas. Sharpe despliega en sus novelas una comicidad feroz y asilvestrada, que no deja títere con cabeza. Y el personaje de Wilt es la más gozosa e hilarante de sus criaturas.

«Tom Sharpe, el gran humorista sucesor de Evelyn Waugh y de Wodehouse, llega más lejos que nadie» (David Hughes); «Un maestro de la sátira... El rey de la caricatura más desaforada» (Evening Standard); «Un gran artesano del arte de la farsa... Salvaje y desopilante» (The Observer); «El novelista contemporáneo más divertido» (The Times); «El mejor autor cómico británico» (); «El gran señor del humor británico» (Punch).