Este libro es para quienes, al igual que el matemático al que alude el título, inequívocamente disfrutan de leer. Y, aunque el poder transformador de la literatura de ficción es innegable, en estas páginas de no ficción compartiremos la lectura que hacen disciplinas científicas como la psicología evolucionista, la topología de redes, la sexología y las neurociencias a autores clásicos como Shakespeare y Kafka, y advertiremos algunos efectos no tan positivos de sagas exitosas como Crepúsculo y Sombras de Grey. Veremos coŽmo con el uso de meŽtodos, herramientas teoŽricas e instrumentos de medicioŽn provenientes de muy diversas ciencias, aplicados en aŽreas de las humanidades para las que no fueron inicialmente disen~ados o propuestos, los cientiŽficos consiguen iluminar con luz nueva y valiosa alguŽn fenoŽmeno. AsiŽ, al usar imaŽgenes del cerebro para intentar entender queŽ pasa en nuestra mente mientras nos sumergimos en nuestra novela favorita, estaremos en los terrenos de la literatura neurocognitiva. Para determinar si Julio CeŽsar pudo haber sido escuchado por todos y cada uno de los legionarios de su ejeŽrcito durante sus arengas en campan~a, reclutaremos a la arqueoacuŽstica. Estudiar las teŽcnicas espontaŽneas de baile de una cacatuŽa requeriraŽ de la zoomusicologiŽa. Investigar si la muŽsica de Mozart o la de Debussy marida mejor con nuestro vino tinto requeriraŽ de los servicios de la neurogastronomiŽa... No se equivocaraŽn quienes busquen sorprenderse con lo que la ciencia tiene que decir sobre las humanidades, las humanidades sobre la ciencia, y unas y otras, juntas, sobre nuestra especie y sus nexos con el universo. El conocimiento obtenido gracias a las muchas e insospechadas formas que han tomado las relaciones simbioŽticas entre investigacioŽn y creatividad estaŽ aquiŽ. Finito, pero en expansioŽn.