Los grupos corales son atendidos por un líder que llamamos director, quien tiene una capacidad de liderazgo y motiva a un grupo de personas a cantar unidos dando solución adecuada a sus problemas musicales. El está vinculado laboralmente en un trabajo colegiado con todos los integrantes. Un director que no piensa en mejorar el sonido vocal de su coro, está perdiendo su tiempo pues no se da cuenta de la importancia de pulir el sonido coral mediante indicaciones y consejos acertados durante cada ensayo, vocalización o presentación en público. Para dirigir bien un coro, el director debe tomar conciencia que está moldeando con sus manos el instrumento más perfecto, que es la voz humana, y que además su labor consiste en hacer disfrutar a personas que gustan de esta disciplina. A través de este tratado nos iremos percatando de la importancia que tiene para un coro el contar con un director capacitado musicalmente y que logre expresar con sus manos las ideas interpretativas más excelsas, para lograr así un buen ejercicio de la obra coral. Dirigir un coro supone lograr un trabajo conjunto en pro de los que cultivan el canto coral como espectadores o ejecutantes y que buscan la satisfacción de sus aspiraciones estéticas a través del alimento artístico de la cultura vocal.